Imploto de caricias acumuladas queriendo ser correspondidas, me pesan los brazos de tanto buscar enredar su cuerpo y mis ojos se ciegan ante cualquier oportunidad de similitud.
Mis pensamientos mas desdeñosos rodean mi corazón y las ideas de volver se convierten en púas una a una hasta cubrir mi indiferencia y dejar mi centro a la deriva de la calma.
Imaginar que ya no tengo mitad me provoca querer ser solo media luna y alumbrar la noche entera con un solo parpadeo; suficiente para dejar salir un destello de mi centro y marcar el camino que ahora es más angosto.