Me levanto, la brisa de las 6:am entra por la ventana entre abierta, cubro mi desnudo cuerpo con la sabana gris de la cama, me asomo, veo tu cuerpo, tan blanco que casi puedo ver tu corazón, tan esbelto que tus costillas se marcan como gritando por protección, tus ojos saltones recorren lo que la ventana permite asomar de mi cuerpo, se cierran, tu enorme nariz se eleva junto con tus carnosos labios, la brisa te a tocado, la sensación te hizo desconectarte un segundo de la tierra, mis labios piden nicotina, tu nariz pide cocaína, al terminar de satisfacer mis labios, tus cabellos rizados y rojizo se embarran en mi pecho, te comportas como un gato pidiendo cariño, pones en mis manos tu placer, me pides que te ponga un poco en los labios, mis manos recorren tus diminutos pechos, pasan por tu cintura, rozan tu ombligo y se detienen en tu pelvis, tus bellos toman un poco del placer, tus labios casi gritan por el, al tocar uno de ellos, tu nariz vuelve a la posición que la brisa la obligo tomar cuando estevas afuera, mis dedos abren tus labios, están que haden, siento las yemas derretir, beso tu oreja, tu cuello, tus hombros, tu espalda, tu cuerpo gira hacia mi, tu piernas juegan a separarse, tus ardientes labios piden algo mas, no les basta el mismo placer que a tu nariz, piden comer, piden algo carnal, me piden a mi, al complacerlos, tu cuerpo suelta un sonido de placer tan fuerte que mi piel se eriza, sentía una sensación que empezaba en mis dedos, en mis ojos, en mi lengua, en la punta de cada cabello, recorría mi cuerpo hasta llegar, en forma de vaivén... a ti.
No tenemos nada más que nuestros cuerpos, unas cuantas prendas y retazos de otras, siempre vistes un vestido azul con círculos blancos al terminar de tocarnos, te recargas en la pared frente a la cama y dices que ya es mucho, que es tiempo de regresar, tomas un cuchillo, en cámara lenta, ves como me acecinas, después de eso, cortas tus labios, cortas tus pies, segundos después... un enorme orgasmo recorre tu cuerpo, abres los ojos y vez como esa sensación alcanzo mis ojos, alcanzo mis labios, en mis oídos esta ese chillido molesto que recorre la cabeza después de algo que sobrepasa la fuerza de tu cuerpo, la fuerza de tu ser, tu cuerpo se suelta, cae sobre mi, mis fuerzas se han ido, mis ojos se cierran de placer, mis manos se inmovilizan por tanto placer, tu cuerpo desconectado lleno de placer… ahora, recuerdas mi nombre?
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