Te siembro las manos, te envuelvo en mis raíces, la enredadera de mi cuerpo te abraza, te cubre, te protege; la naturaleza de tu cuerpo se queda quieta, inmóvil, se deja comer de mi raíz, de las bocas de mis hojas. Poro por poro, te alimento de mi agua, boca, nariz, entrepierna, te atravieso para llenarte de mi, poner algo de vida en tu cuerpo.
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