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No olvides lo rojo que fue.

Y que vengan los gritos,
que se sequen la sangre,
que se llenen las aulas,
recojamos las memorias que dejamos en las calles,
envolvámoslas con nuestras manos y así,
con los puños duros,
llevémoslos con aquellos que tiñeron de sangre
el asfalto y nuestra piel.

1 comentario:

mareva mayo dijo...

Me ha gustado tu espacio.
Interesante tu modo de contar
salud

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