Y que vengan los gritos,
que se sequen la sangre,
que se llenen las aulas,
recojamos las memorias que dejamos en las calles,
envolvámoslas con nuestras manos y así,
con los puños duros,
llevémoslos con aquellos que tiñeron de sangre
el asfalto y nuestra piel.
1 comentario:
Me ha gustado tu espacio.
Interesante tu modo de contar
salud
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